ritos y renaceres
Me bañé con las rosas rojas de tu altar
con aroma de ámbar negro y algo de sal.
Invoqué a los seres que me ofrendaste
algún dia ancestral,
y dejé correr el agua por cada espacio
carente de paz.
Yo no conocía de muertes, ni mal,
hasta que tuve que ver tu cuerpo pasar.
Tu cuerpo ceniza entre el agua
como un pétalo más,
que ahora está aquí
bendiciendo mi caminar.
Te llamé en silencio
y sin escucharte más
el vacío dice que lo tendré que llenar.
Llénalo de crecimiento e incluye a los demás.
Eso sería algo que me susurrarías, capaz.
Que la muerte te acerca a la vida, quizás
si le das un espacio digno
hasta tu final.